miércoles, 1 de junio de 2011

capitulo 3: no te conozco pero ya te odio

By Tom


había decidido que mi chica, mi juguete, esa noche sería Tatiana. Al principio no estaba muy seguro de eso pero cuando me dijo que su casa estaba sola, sin padres me terminó de convencer.
Decidí ir a avisar a mi tonto hermano pequeño, Billy, de que me iba ya que sino se enfadaba por que no lo avisaba, aunque cuando lo avisaba también se cabreaba por que me iba y lo dejaba tirado, sin transporte para volver.
Después de buscarlo por toda la casa, literalmente, lo encontré muy acaramelado, muy... no encontraba palabras decentes para describir como estaba... tenia una mirada de estúpido enamorado, le brillaban los ojos pero ninguno daba señal de lanzarse y besar de una puta vez al otro Era para pegarles a los dos.

- bill ya me voy - dije rompiendo esa romántica y patética atmósfera que habían creado a su alrededor.
- y ¿cómo vuelvo yo? - preguntó enfadado. seguro que era por las dos cosas.
- quédate a dormir con laura yo que sé - me empecé a ir: mi juguete me esperaba.
- ¡tom espera! - me giré y la miré confundido - ¿mañana a que hora? - nos reimos
- once - me reí - adiós laura - me dirigí hacia donde estaba Tatiana - ¿ Nos vamos? le pregunté al llegar a su lado
- claro tom - me sonrió - adiós ania, buen verano
- igualmente - sonrió.
-adiós niñita tonta y fea -me reí - vigila no caerte pareces un pato andando con eso tacones - me reí de nuevo mientras ella intentaba matarme con la mirada. si lo hiciesen ya lo habría echo ella, y más de una vez.

salimos fuera, la acorrale contra mi coche, mi bonito audi, y la empecé a besar con brusquedad y deseo, la agarré por el culo y así estuvimos unos minutos, puse mi mano debajo su camisa para empezar acariciarla.

- tom - dijo entre besos - me separé un poco - estamos en medio de la calle - se rió - seguimos mejor en otro lado - solté una risita, entre picara y divertida, jugué con mi piercing para después abrir el coche y la puerta del copiloto para que ella subiera, luego subí yo, arranqué. ella me dijo el camino a  para ir a su casa.

By Ania.


Estúpido niño, ¿cómo que pato mareado? ¿de que va? primero lo del jersey, la bebida y ahora esto. me alegro de no conocerlo y de saber que no lo veré nunca más.
Después de que el imbécil ese se fuera con Tatiana fui a buscar a Mery. Era bastante tarde ya, más bien estaba empezando amanecer eran las seis de la mañan, y los tacones me mataban.

- ¿ mery, nos vamos?
- vale, ya casi no queda nadie.

Fuimos a buscar a laura, estaba hablando con un chico, el cual su cara se me hizo bastante conocida pero no le preste atención al principio pero luego si. ¡claro que me sonaba! lógico, si se parecía a la mierda andante esa.
- laura ya nos vamos - la interrumpió mery. se separó del chico, se levante y se acercó a nosotras.
- ya nos veremos - nos abrazó y nos dio dos besos a cada una. - buen verano - sonrió.
- igualmente. adiós - nos despedimos.
-adios - nos sonrió el chico. no podía tener ningún tipo de relación familiar  con el burro con rastas ese, sólo se parecían. coincidencias de la vida. si seguro que  era eso.

cuando llegamos a casa de mery, me pude quitar los tacones y me tumbé en la cama me sentí en el cielo.

- ¡por fin!
- te dije que no te los cogieras de aguja pero como siempre, no me quisiste escuchar - se rió.
- a la próxima lo haré te lo juro. - nos reímos.

nos pusimos los pijamas, nos tumbamos las dos en una misma cama y a pesar de haber pasado todo el día juntas hablando y haciendo planes, aún, teníamos más cosas que contarnos. eso sí no le conté lo del burro con patas no valía la pena ser mencionado.
si a casa de mery llegamos como a las seis y media para luego quedarnos hablando nos dormimos aún más tarde, el sol ya se lo podía ver salir. eso no nos impidió dormir, aunque fuera sólo por unos pocos minutos antes de que sus padres subieran a levantarnos.

by Tom


estaba desayunando con bill, mientras nos reíamos y mirábamos la tele. Llamaron a la puerta, fui a ver quien era: la pequeña laura.

- ¿ qué haces aquí? - antes de que me contestara la pregunta llamé a bill - ¡bill tu novia! - volví a la cocina.

cuando vio entrar a laura se sonrojó, me reí.

- no somos novio tom. deja de molestar - me miró mal bill.
- por que tu no te has lanzado aun, yo se que laura se muere por que la beses y tu por besarle. solo es necesario ver la cara de tontos enamorados con la que os miráis siempre. - me reí.
- tom deja de decir idioteces - tenía roja las mejillas - me debes una vuelta con tu amor. me lo prometiste anoche. - cambió de tema.
-¿iba enserio?
- claro - se rió. - sabes que estoy enamorada de tu moto - nos reímos.
-un momento - terminé de desayunar y subí a mi cuarto a vestirme, en casa siempre iba en boxers o con los pantalones solos. cuando volví a bajar bill y laura jugaban a las miraditas. que tontos son. - ¿vamos laura? - asintió.
- no os matéis si es posible - bromeó.

salimos de casa para entrar en el garaje, en medio estaba mi bonita moto a la que cuidaba como si fuera mi vida, al igual que mi coche y a bill.

- toma - le di un casco. subí a la moto y empecé a a darle gas para que fuera calentando el motor mientras ella se ponía el casco y subía.
- como en la carreras, ¿si? - me pidió.
- será un placer - arranque y en pocos segundos la puse al máximo como ella había pedido.

era un sensación increíble, un subidón de adrenalina como cuando hacías puentting o te tirabas en paracaídas, así me sentía todas las noches que corría. era una de las mejores sensaciones, muy difíciles de explicar. sensaciones que es mejor vivir antes de oír sólo como te lo cuentas y perderte esta experiencia.
dimos un par de vueltas por la ciudad antes de pararnos en un parque para tomar algo de beber y un helado.

-¡Ania! - llamó a alguien que no reconocí de lejos. cuando se acercó vi que era la feita, la de la fiesta de anoche.
- hola niñita fea - saludé.
-¿qué haces aquí? - le preguntó a laura pasando de mi.
- Pues...
- que mala educación tienes - dijé burlón, intentó matarme con la mirada de nuevo. se repetía un poco - te repites un poco. ¿porque no intentas hacer otras cosas con la mirada a arte de matarme? aunque no tiene que ser sólo con la mirada - sonreí pervertido
- sabes - me miró - no te conozco y no quiero hacerlo pero ya te odio
- entonces es mutuo - sonreí
- ¿ que ha pasado entre vosotros dos?
- tu amigo, que es un estúpido y un capullo hijo de su madre.
- que modales tienes niña rica - me reí divertimento, que fácil era hacerla enfadar - fea, creo que pensaste mal, no eres tan guapa como para que estés dentro de mis intereses - dije con superioridad. que se creía la cría esa. soy tom kaulitz nadie me habla así.

By Ania.


ne sacaba de mis casillas ese crío idiota, engreído, egocéntrico, presumido y con rastas que se creía mucho.

-¿os podéis explicar? yo no leo mentes ni veo el pasado - bromeó laura provocando la risas del idiota.
- sin querer le tiré el cubata encima. se cabreo porque su caro jersey de marca se ensució.
- a parte de que me comías con la...
-ni en tus mejores sueños fea- dijo sin dejarme terminar.
- sabes, tendría que inventar una nueva palabra para decirte cuento te odio.
-cuando la encuentres ya me avisaras - dijo entre risas.

tom había echo un nuevo récord. nunca había odiado a nadie y él con una sola noche había conseguido que lo quisiera ver muerto . tiene el don de sacarme de mis casillas.

-me encanta ver lo bien que os lleváis. dijo sarcástica laura provocando de nuevo sus risas.
- oye laura volvámonos hemos dejado el pequeño solo en casa.
-eres diez minutos mayor- se rió.
- tu lo has dicho - le guiño un ojo
- nos vemos ania - dijo aun entre risas por el comentario de tom mientras me daba dos besos.
-adiós fea - dijo con una sonrisa divertida a parte de hipócrita y me decía adiós con la mano .

miré al cielo y seguí caminando.

By Tom 


- ¡bill hemos vuelto! - grité des de la entrada de la casa.
- ¡ en el salón! - nos fuimos hasta allí. estaba mirando la tele- ¿como ha ido?
- ¡ha sido genial! un subidón de adrenalina. es increíble yo quiero repetirlo otro día - dijo laura. estaba excitada  y muy emocionada por esto. me reí.
-carrera esta noche - me avisó bill
- ¿iván? ¿dónde siempre? - asintió.
-¿puedo ir? -preguntó emocionada como una niña pequeña
- no, mejor no, muchas veces están los monillos por allí. no es un sitio para una niña bien.
- eres malo - se cruzó de brazos y dio una patada en el suelo.
- lo sé -me dejé caer en el sofá.

By Ania


haberme quedado hablando me había atrasado y tuve que correr para llegar a la hora. habíamos quedado para ir todos a la playa y aprovechar así el primer día de verano y de vacaciones.

- ¿qué te ha pasado? - me preguntó mery al verme llegar.
- me encontré con  laura y me puse hablar.
-¿ no le dijiste que viniera?
- estaba acompañada
-¿de  el chico de anoche? - pregunto curiosa, deseando saber con quien se veía, buscando un chisme que contar.
-no, de ese que tu dices que está tan bueno.
- ¿el que fue a pegar al danny? ¿ el chico con rastas? - asentí - que puta que es. ¿porque no me lo presenta?
- si es un imbécil
-pero uno muy sexy - me guiñó un ojo y nos reímos.

jugamos a voley, tenis, fuimos en motos de agua, nos hicimos fotos, castillos de arena, jugamos a fútbol... hicimos de todo, aprovechando cada segundo. quitando el encuentro con el gilipollas ese el día había sido perfecto y ahora estaba agotada.
nos  fuimos de la playa hacía las diez, cenamos allí también, me dolía todo el cuerpo y tenía mucho sueño . se me había juntado el cansancio de ayer.
íbamos llegando a mi casa cuando vimos algo que nos llamó bastante la atención. un grupo bastante grande de chicos de nuestra edad: bebiendo y fumando, con música a tope, amplificada con unos altavoces, las chicas parecían unas completas putas, motos por todas partes y  chicos que corrían. caí en el cuenta de que era: carreras de motos ilegales.
en un momento, en un cerrar de ojos, sólo un minuto, creo que incluso un segundo, todo se terminó. llegó la policía y en nada todo quedó vació, sin ningún rastro de lo que había sido esto antes. un punto de encuentro para jóvenes delincuentes y futuras zorras. eso creía que eran yo.

- carreras de motos ilegales - dijo mery.
- vaya una estupidez.
-para ellos no. - se rió.

seguimos andando después de ver ese espectáculo, llegamos a mi casa y subimos al último piso- allí dormía con mery cuando se quedaba a dormir-  después de avisar a mis padres y decirle que habíamos llegado.
nos tumbamos en la cama y nos pusimos una peli, nos dormimos cuando esta aun no había terminado.

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